Esta mañana, los jueces de la Sala I, de la Cámara Penal sentenciaron a Ángel Alberto Bustos (31) a prisión perpetua, por asesinar a la anciana que lo había alojado en su casa de Caucete con su mujer y sus tres hijos pequeños cuando se fugó de Mendoza.



El hecho ocurrió durante la madrugada del 5 de abril de 2015, cuando el sujeto se metió al dormitorio de Jacinta Quinteros (86), la golpeó en la cabeza, le tapó la cara con una almohada y también le quebró la tráquea del cuello, matándola por asfixia.

En plena maniobra homicida, le quebró tres costillas del pecho, tal vez cuando se montó sobre ella para ultimarla. Una vez muerta, también le fracturó el brazo izquierdo, a lo mejor cuando la arrastraba hasta unas malezas en el fondo de la misma propiedad para prenderle fuego.

Jacinta Quinteros vivía con un hermano en una casa de la zona de El Rincón, en Caucete. Estaba casi anémica y, al tener una prótesis de cadera, tenía problemas para caminar, al punto que debía usar un bastón.