Ni la alarma evitó que delincuentes entraran ayer a una casa de un barrio residencial de Capital y en cuestión de pocos minutos se llevaran un valioso y peligroso botín. Los ladrones no robaron objetos grandes, eligieron las joyas, 700 dólares, dos cámaras digitales y, lo más preocupante, dos pistolas 9 milímetros y otra calibre 22.

Esto último es lo que tenía a mal traer al ingeniero civil Fernando Golberg, el dueño de esa vivienda de calle Franklin Rawson al 2295 del coqueto Bº Los Olivos, Capital. Explicó que si bien la pistola 9 milímetros Glock está valuada en algo de 3.000 dólares y la otra pistola del mismo calibre, marca Pietra Bereta, cuesta aproximadamente 2.000 dólares, lo ‘grave del robo es el peligro que representa que estas armas, de última generación, ahora estén en manos de delincuentes’. Golberg es empresario y también un experimentado tirador.

El profesional salió a cenar el jueves a la noche, pero a la cero hora de ayer lo llamaron de la empresa que monitorea la alarma para avisarle que habían entrado a su domicilio. Se fue rápidamente en su vehículo y a los 17 minutos ya estaba en su casa, contó. Ahí se encontró con que ya no había nadie, pero una puerta del costado (que da a un patio interno) estaba abierta y que su dormitorio estaba todo revuelto. Se supone que los ladrones saltaron una pared del frente, después corrieron el vidrio de una ventana y abrieron esa puerta lateral que tenía la llave puesta por dentro.

‘Parece que estuvieron minutos, pero fueron a buscar la plata y las cosas más valiosas. La empresa de la alarma me avisó ahí nomás, pero la Policía se demoró una hora y media en venir. Dónde están los patrulleros que presentaron el otro día, porque me dicen que hay un solo móvil por comisaría y así no pueden cubrir toda la zona’. El ingeniero relató que, con éste, ya sufrió ocho robos. El penúltimo hecho ocurrió hace 15 días en la calle Pedro Echagüe a la altura del 200 Este, donde le rompieron el vidrio de su camioneta Toyota Hilux y le robaron una notebook y un equipo de comunicación.