Fiscalía pidió agravar la calificación contra un hombre acusado de abusar sexualmente de su hijastra, luego de que la menor revelara mayores detalles en la audiencia videograbada (Cámara Gesell). Y solicitó su detención, pero la jueza de Garantías Verónica Chicón no hizo lugar a ese planteo, tal como pidió el defensor oficial Alejandro Martín García.

El sospechoso es un obrero de la construcción (no se lo identifica para preservar a la víctima) que fue denunciado el 6 de julio pasado por su ahora expareja, madre de la niña, que actualmente tiene 12 años.

En la audiencia de presentación, realizada en agosto pasado, Fiscalía le imputó al sujeto el delito de abuso sexual simple reiterado agravado por la convivencia, por unos supuestos manoseos del sospechoso contra la niña. Ese día la jueza concedió un plazo de un año para la investigación y le impuso al imputado algunas medidas de coerción, como la prohibición de acercamiento a la víctima.

Pero ayer, la fiscal de la UFI Anivi Valentina Bucciarelli y la ayudante fiscal Luciana Ramaci solicitaron que la calificación se agrave a abuso sexual gravemente ultrajante, pues entienden que la menor no sufrió simples manoseos como se creía. Según las acusadoras, en Cámara Gesell la víctima reveló que sufrió ataques de su padrastro desde los 9 hasta los 11 años, por las mañanas, cuando su mamá se iba a trabajar. "Cuando mi mamá se iba, él se levantaba y me quería tocar", aseguró la menor, según la acusación. Esos supuestos ultrajes eran reiterados, pues la niña indicó que se producían todos los días, menos los domingos, día en el que su madre no iba a su trabajo. La menor refirió que su padrastro se metía en su cama, la manoseaba, le pedía que se quedara quieta y ante su resistencia le decía "yo te voy a tocar si quiero".

Entonces Fiscalía pidió prisión preventiva para el hombre hasta el juicio (se realizará pronto), pues con el nuevo delito en caso de recaer condena no sería de ejecución condicional.

El defensor García se opuso y criticó la pericia psicológica realizada en el Anivi. Según indicó, un perito de parte concluyó que el relato de la menor careció de consistencia y afirmó que su discurso pudo haber sido influenciado por su madre. La jueza finalmente falló a su favor.