Como hombre de confianza de Angel Eduardo Fornasari, presidente de la firma "Escobar", Hugo Naranjo era la garantía de que los compradores de un millonario emprendimiento de esa empresa, "Campo Fértil", pagaran 1 millón de pesos y las deudas, antes de disponer libremente de esos bienes, que incluían un predio de 71,5 hectáreas en 9 de Julio, vehículos, máquinas y todo lo necesario para criar y vender cerdos, además de un cupo de 5 millones de pesos en diferimientos impositivos. Sin embargo de garante del vendedor, Naranjo pasó a ser apoderado general de los compradores ("Grupo Agropecuario") con una cláusula que sólo le impedía vender o alquilar "Campo Fértil". Hasta que, llamativamente, los compradores eliminaron esa cláusula y Naranjo se convirtió en vendedor y a la vez comprador de "Campo Fértil" por la minúscula suma de 205.000 pesos.

Esa sucesión de hechos con su sorpresivo final fueron considerados una estafa por Fornasari cuando denunció a Naranjo a través de su abogado Fernando Castro. Así lo creyó probado cuatro años atrás la ahora exjuez del Quinto Juzgado de Instrucción, María Inés Rosselot, cuando procesó a Naranjo que planteó varios recursos para revertir esa situación, sin conseguirlo. Por eso ahora la fiscal de Instrucción Ana Lía Larrea, pidió elevar la causa a juicio en su contra, por administración fraudulenta.

Otros que seguirían el mismo camino son los que dieron totales poderes para disponer a Naranjo: Alberto Gabriel Castro, su hija Noemí Castro, Alberto Angel Cushnir y José Di Grande, dijeron fuentes judiciales.

Once años atrás, el 27 de mayo de 2006, se creyó que este fraude fue la razón (oficialmente luego se desestimó) por la que Hugo Naranjo recibió 5 tiros en su cabeza e intentó ser quemado en sus oficinas del microcentro. Pero sobrevivió de milagro y, a salvo, dijo que quien le había disparado era el excomisario Alejandro "Pajarraco" Pereyra (a cargo de la seguridad de la firma "Escobar") que esa noche llegó con el exoficial Ricardo "Yeta" Páez. Al saber que la misión se frustró, Páez se suicidó; Pereyra fue condenado a 17 años pero luego consiguió arresto domiciliario. Naranjo siempre dijo que el presidente de "Escobar", lo había mandado a matar. Y a pesar de que este empresario pasó 401 días detenido, sospechado de instigar el ataque, finalmente fue desligado con un sobreseimiento.