Unas 30 personas, entre familiares y vecinos de Guillermo Romero (36) -el ex boxeador que murió el 20 de febrero pasado tras ser baleado en el pecho en el Bº Colón, Santa Lucía- se reunieron ayer en la tarde con el intendente Aníbal Fuentes, para pedirle dos cosas: por un lado, que la madre de Martín Camargo (prófugo, acusado de mandar a matar a Romero) y una de sus hermanas sean trasladadas a otro barrio. Y por otro, que gestione la instalación de un puesto policial en la vivienda que habitaba ese joven. Antes de finalizar la reunión, alguien incendió una parte de la casa del presunto instigador del asesinato y hubo versiones cruzadas entre la familia atacada y los vecinos sobre quién lo originó.
La reunión entre los vecinos y el intendente duró más de una hora y se llevó a cabo en la plaza de ese barrio. Nélida Castro, la viuda de Romero, autoridades barriales y otros vecinos explicaron que viven amenazados por la madre de Camargo y su familia y que por eso exigen que la trasladen. Además, que instalen una sede policial en la vivienda que habitaba el supuesto instigador del crimen. Y que de no aceptar su petición, les entreguen casas a ellos para irse del barrio.
"Mañana (por hoy) me voy a reunir con el ministro de gobierno, Emilio Fernández, para tratar de lograr una solución. Hace tiempo que le vengo pidiendo al gobernador que instale otra comisaría en esta zona, porque la seccional 29na. no da abasto. Lamentablemente si no se toman medidas, esto va a traer problemas mayores y lo único que queremos es que esta situación se aclare", dijo Fuentes. Más tarde, alguien quemó el techo de una ampliación y otras cosas de la casa de Martín Camargo, que gracias a la intervención de bomberos no llegó a mayores. Entonces, Mari Luján de Camargo, madre de Martín, dijo que un joven que la amenazó previamente le quemó la casa "y lo voy a denunciar en la Central (de Policía). Mi familia y yo somos quienes realmente vivimos amenazados por ellos". Del otro lado, ese joven negó de plano la acusación y los vecinos señalaron que la propia Luján había incendiado parte de la casa de su hijo para culparlos a ellos.

