Una simple cañita voladora fue la causante de un voraz incendio en una casa de Albardón, que destruyó por completo un salón y quemó artefactos y muebles como dos heladeras, un frezzer, un televisor, una cocina, dos máquinas de coser y tres juegos de comedor.

Lo que sabe Andrés Alderete, el dueño de casa, es que en la madrugada de ayer ahí cerca festejaban un cumpleaños y que unos niños andaban tirando cañitas voladoras en una canchita.

Los bomberos le dijeron que habría sido uno de esos fuegos artificiales el que cayó sobre la paja brava del techo de su salón comedor y eso seguramente originó el siniestro, según relató. Otra explicación no hay, porque no detectaron fallas eléctricas y la familia estaba durmiendo cuando pasadas las 2,15 de ayer comenzó a arder esa dependencia de la casa 17, manzana B, del Bº Teólifo Alonso en Albardón. ‘Nosotros dormíamos y no sentimos nada por el aire acondicionado. Y nos dimos cuenta por el perro que estaba inquieto, entraba y salía de las piezas. Cuando mi hijo se levantó y abrió la puerta, vio el fuego en el fondo‘, relató Alderete.

Las llamas se expandieron rápidamente por el techo de paja y palos de ese salón de 8 metros por 9, que funcionaba de cocina comedor. El lugar estaba repleto de artefactos y muebles porque esta semana esperan la llegada de unos familiares que vienen para un casamiento y querían darle las mejores comodidades. Alderete junto a su mujer, sus tres hijos y los vecinos lucharon contra el fuego y evitaron que las llamas afectaran el resto de la vivienda.

Después llegaron los Bomberos que controlaron la situación una hora más tarde, aún así los daños ya eran totales en ese salón.