Homicidio: la muerte de una persona a manos de otra; en sus versiones más graves puede ser simple o calificado, según quién y cómo ejecute sus designios mortales. Sospechoso: persona vinculada al delito, ya sea como encubridor, partícipe o autor. Prueba: la evidencia que complica al sospechoso, como testigos, documentos, rastros (huellas físicas o genéticas) o el secuestro del arma homicida. Las pruebas son claves para esclarecer un crimen, como los seis que hubo en lo que va de octubre (el mes más violento en el último año y medio); sin embargo los pesquisas policiales y judiciales confiesan que hasta ahora son pocas las evidencias contundentes para dar por resueltas esas investigaciones.

LAS VíCTIMAS

CASO AGÜERO. Sergio Ricardo Agüero (22) murió de dos puntazos en la madrugada del 5 de octubre pasado en la puerta de su casa en la Villa Mariano Moreno, Chimbas. Se supone que antes de morir dijo que lo atacó su vecino Daniel Abaca (18), pero no hay evidencias que compliquen seriamente a este sospechoso, dijeron en Tribunales.

QUEMADO. En la tarde del 6 de octubre el cuerpo de un hombre en llamas y con al menos seis disparos apareció al costado de calle La Plata, en La Puntilla, Caucete. Ese hombre sería (falta un ADN) Roberto Balmaceda (53). Está presa una joven de apellido Arriola, sólo porque se supone que todo se debió a un drama pasional.

CASO CAMARGO. El 14 de octubre pasado Mauro Camargo (72) fue hallado en su rancho de la Villa Flora, Rivadavia, muerto a golpes con un hierro. Es el único caso sin detenidos.

EL ENFERMERO. Ese mismo día Omar Olivares (42) aparecía en su casa muerto de 19 puntazos en supuesta ocasión de robo. Se supone que lo mató un sujeto, pero hay dos detenidos, uno de apellido Lépez y el otro Madrid, apresado el jueves en el barrio Güemes, Rawson, también acusado de darle un botellazo a su padrastro. Un ADN confirmaría si Madrid es o no el autor como suponen.

EN UNA PELEA. El último domingo un cruce entre dos familias en el barrio San Francisco, Chimbas, terminó con Sebastián Arancibia (29) muerto de un tiro. Se presume que lo mató alguno de sus amigos (están presos), pero no se sabe cuál y no está secuestrada el arma homicida.

UN ESCOPETAZO. El último lunes en la tarde murió de un escopetazo Andrés González (20) en el fondo de su casa en el Loteo Santa Ana, Pocito. Hay tres sospechosos presos pero ninguna evidencia concreta contra alguno de ellos, confiaron fuentes policiales y judiciales.