El caso de la adolescente de 16 años que denunció haber sido manoseada por 11 compañeros en una hora libre y en el interior de un colegio secundario del departamento de Rivadavia -en el Este mendocino-, tomó trascendencia nacional en las últimas horas, y en Mendoza provoca confusión en la sociedad y ya hay fuego cruzado entre integrantes del gobierno local.
Es que luego de las declaraciones de la titular de la Dirección de Orientación y Apoyo Psicopedagógico y Comunitario (DOAPC), María Eugenia Carbonari, argumentando que no se trató de abuso, sino de "juegos sexuales" entre adolescentes, ayer salió el Director de la Dirección General de Escuelas, Carlos López Puelles y desautorizó las declaraciones de la funcionaria.
Puelles enfatizó que "Carbonari debería tener argumentos y pruebas para haber dicho lo que dijo. Además, el funcionario sostuvo que la versión oficial es la que él dice y que "a mí no me consta que haya sido un juego sexual, no voy a hablar de un juego ni de un consentimiento ni nada que se le parezca. Creemos que si la Justicia está interviniendo es porque están detrás de la averiguación de un probable delito".
El confuso hecho ocurrió el pasado viernes 16 de octubre -recién se conoció el miércoles- en uno de los cursos de primer año del turno tarde de la Escuela 4-094 Félix Pesce Scarso, ubicada en el departamento de Rivadavia. Ese día los alumnos del curso tuvieron una hora libre de "Francés", y allí se originó el escándalo.
Según la denuncia de la alumna, 11 de sus compañeros la subieron y acostaron en el escritorio principal del aula y mientras unos la sujetaban otros la manoseaban. Igualmente el titular de la DGE aseguró que "es un hecho absolutamente lamentable, y como hombre digo que cuando una mujer dice no es no, cualquier otro intento ya es abuso". Mientras tanto, los alumnos acusados de abuso estaban citados por la justicia no se presentaron ayer a declarar y según sus abogados, intentan evitar el contacto con la prensa y preservar su identidad.