Un cabo de la policía con 17 años de servicio, denunció ayer haber sufrido ayer a las 4 un peligroso ataque de dos delincuentes (con gorras, rostros cubiertos y una punta) que lo golpearon y con los que forcejeó en el puesto policial donde estaba, en Santa Lucía, hasta cargar su arma reglamentaria en medio de la pelea y lanzar un disparo a la pared, que puso en fuga a los atacantes, dijeron ayer fuentes policiales.

El costado polémico del conflictivo episodio que denunció el cabo Néstor Espejo (36), es que desde enero del año pasado -dijeron voceros de su entorno- tenía prescripción médica para no cumplir tareas de seguridad aunque las autoridades de la comisaría 5ta., igual lo mandaron al puesto policial del barrio Balcarce, que está frente a la Villa Don Arturo, en Santa Lucía, precisaron las fuentes.

La prescripción médica -dijeron- se le había otorgado a Espejo luego de un accidente de tránsito que le provocó la pérdida del cristalino del ojo derecho a causa de un violento golpe con la cabeza contra un patrullero, donde fue lanzado por otro vehículo que lo atropelló mientras cortaba el tránsito, informaron en la policía. Ese accidente había ocurrido en mayo de 2008, y luego de la operación a la que fue sometido Espejo, en 2009 habría surgido la prescripción.

Ayer, cada detalle del caso (incluso la versión de la prescripción médica) era investigada internamente por la policía, en donde contaban con la versión del denunciante, el secuestro de una punta, la marca del disparo en la pared, entre otras evidencias.

"Vamos a voltearlos de a uno, cobani h… de p…", fue, según las fuentes, la frase con la que lo atacaron los delincuentes prácticamente a oscuras, porque en la pelea una estufa provocó un cortocircuito que dejó a oscuras el puesto policial.