Lesiones graves y apremios ilegales, dos hechos. Así calificó el juez Leopoldo Zavalla Pringles (Primer Juzgado de Instrucción) la conducta del cabo de policía Claudio Bustos, a quien procesó sin prisión preventiva por cometer los presuntos delitos contra un abogado y otro joven que estuvieron detenidos en los calabozos de la Comisaría 13ra. dijeron ayer fuentes judiciales.

Al principio de la investigación el juez tuvo bajo la lupa a los seis miembros de la guardia pero luego las pruebas demostraron que el más complicado era Bustos. Del resto de los policías, uno fue sobreseído, los otros tienen falta de mérito y quedaron al borde de ser desligados para siempre del escandaloso caso.

Todo empezó en la madrugada del 15 de marzo en Rastreador Calívar y avenida Libertador, en Rivadavia. Allí, el abogado Marcelo Quiroga Néspolo tenía una cita, cuando apareció el ex marido de la mujer, lo golpeó y se armó una pelea que obligó a la intervención de los policías de la 13ra.

Pero allí los ánimos no se aplacaron, y el abogado empujó al menos a un policía para llegar hasta su contrincante con la idea de golpearlo. Pero terminó en los calabozos y allí, relató después, sucedió lo peor. Cuando estaba esposado manos atrás un "gordo grandote" lo golpeó y le dio un pisotón en su abdomen. Fue el principio de una lesión grave que terminó con su internación en terapia intensiva y la extirpación de 10 centímetros de intestino.

Esa noche, Efraín Fajardo también estaba preso por supuesta ebriedad. Este joven vio el estado lamentable del abogado y luego también acusó al cabo Bustos de haberlo golpeado.

Una vez que la policía conozca la resolución del juez, Bustos pasará a pasiva y cobrará la mitad de su sueldo, dijeron ayer fuentes policiales.