La espantosa muerte de Lucía Rubiño Montilla, víctima de un siniestro vial en octubre del año pasado, acaba de abrir un capítulo sin precedentes en la historia judicial sanjuanina. Es que la jueza Penal de Niñez y Adolescencia de la Segunda Nominación, María Julia Camus, procesó por homicidio al joven que manejaba el auto con el que mató a la adolescente, pero además aplicó la figura del "dolo eventual", algo que jamás se había hecho con un menor de edad.

La figura del dolo es un agravante importante, dado que no sólo considera que hubo una responsabilidad consciente por parte del chico al volante, sino que además podría terminar condenado y preso por el fallecimiento de la joven Lucía, un hecho que lamentó con pesar toda la sociedad sanjuanina.

Según explicaron fuentes judiciales, la imputación de homicidio con dolo eventual, tal como establece el artículo 79 del Código Penal Argentino, prevé una pena que no es excarcelable, ya que el mínimo es de 5 años y 4 meses, y el máximo, de 12 años y medio.

Pero para llegar a eso todavía quedan algunas instancias intermedias. En primer lugar, debe quedar firme el procesamiento de la jueza Camus. Si eso sucede, entonces la causa será elevada a juicio y deberá resolver el juez Penal de Niñez y Adolescencia de la Primera Nominación, Jorge Toro. En él recaerá la tarea de juzgar si el menor tuvo o no una actitud dolosa cuando manejaba a alta velocidad por el interior del Barrio Profesional, si era cierto que participaba de un "juego" con otro conductor en otro vehículo a sabiendas de lo peligroso que era, y todos los matices de lo que sucedió aquella madrugada luctuosa.

Por lo pronto, la jueza Camus también ordenó que el menor imputado, que continúa detenido, se someta a un año entero de tratamiento psiquiátrico. Y cada dos meses deberá ser evaluado para ver si corresponde o no otorgarle el alta mientras sigue la investigación.