El juego era el apretar el aerosol con insecticida y prender el encendedor para largar una llama, como si fuera un soplete. Así aparentemente se divertía el niño, que tiene una leve discapacidad mental, hasta que sin querer prendió fuego a alguna cosa en la pieza y la travesura se transformó ayer tarde en todo un drama para esa familia de Las Chacritas, en 9 de Julio. Los cuatro niños y la joven que se encontraba en el interior alcanzaron a salir y pidieron ayuda, pero el rancho de caña y barro quedó envuelto en llamas. Las pérdidas fueron totales y los seis integrantes de la familia terminaron en la calle.

Elena Agüero y Julio Mallea, los dueños de esa casa situada en calle Conrado Bazán de Villa Las Rosas, habían ido hasta el centro de 9 de Julio a hacer unos trámites. Es por eso que su hija Rosa, de 23 años, vino con sus dos hijos pequeños a quedarse a cuidar a sus cuatro hermanos menores durante la tarde. La chica vive en otro barrio.

Según la joven, los chicos andaban jugando por la casa. Fue ahí aparentemente que uno de ellos, que tiene 11 años y una discapacidad mental, se puso a jugar a prender fuego con el aerosol y un encendedor en una pieza del fondo. El propio chico se lo contó después a su mamá. Lo que suponen los policías es que en esos momentos prendió fuego a un colchón u otro elemento combustible, y se originó ese incendio que fue imposible de parar.

Rosa recuerda que eran las 18.15 cuando vio el fuego en la parte trasera del rancho. La joven sacó a sus dos hijos y a sus hermanitos y se cruzó a la casa de su abuela a pedir auxilio. ‘El viento hacía más grandes las llamas. La gente tiraba agua y tierra, pero no podía parar el fuego’, relató Rosa. Más tarde llegó una dotación de Bomberos a cargo del oficial Rubén Castro, pero pese a que sofocaron el siniestro, el daño ya estaba hecho: se quemaron un frezzer, un TV, dos modulares, una cocina, camas, juego de mesas y sillas, una netbook y la ropa de la familia. Sólo quedaron en pie algunas paredes. No se salvaron ni los documentos de Elena Agüero, su esposo y los cinco hijos que viven con ellos.