Por primera vez en la provincia, el Tribunal Oral Federal condenó un caso de Trata de Personas. El histórico fallo recayó contra una prostituta oriunda de Buenos Aires que en 2012 engañó a una niña de 13 años y la hizo prostituir en Mar del Plata y que después la trajo a San Juan aparentemente con el plan de venderla en Tucumán a una red de Trata. La sentencia fue dictada a través de un juicio abreviado y la pena fue de 4 años de cárcel, aunque deberá cumplir ese castigo en su casa dado que le concedieron la prisión domiciliaria, revelaron fuentes judiciales.
Los jueces Hugo Echegaray, Carlos Parra y Juan Turcumán dictaron el fallo condenatorio contra Verónica Lorena Cisneros (38), una bonerense apodada ‘Celeste‘ que ejercía la prostitución y que actualmente convive con un sanjuanino en la calle Aberastain, entre 16 y 17, en Pocito. El tribunal le otorgó la prisión domiciliaria porque tiene hijos pequeños, señalaron fuentes judiciales.
Allá por marzo del 2012, esta mujer estaba en Mar del Plata y fue ahí que conoció a esa menor de 13 años que deambulaba en la plaza del Barrio Paraíso de esa ciudad. En la causa se señala que se acercó a la niña ‘aprovechándose de su estado de vulnerabilidad, indefensión y carencia, todo ello con el fin de captar a la menor para promover su prostitución para así obtener rédito económico…‘. Y es que Cisneros le ofreció ayuda y la llevó a su casa, ya que la niña sufría maltrato familiar, pero después la obligó a prostituirse. La menor declaró, entre otras cosas, que ‘me llevaba a las cuadrillas de correntinos que trabajaban en el campo… me decía que tenía gente, que si yo no lo hacía me iba a pegar‘. Un testimonio indica que pensaban trasladarla a Río Negro. Sin embargo, en mayo del 2012, Cisneros trajo a la niña a San Juan haciendo dedo en la ruta. A todo eso, ya se había iniciado una causa por Trata de Personas en Mar del Plata.
La menor fue hospedada en la casa de Cisneros en Pocito. El caso salió a la luz en junio, cuando la mujer recurrió a la Seccional 7ma argumentando que no podía controlar a la niña. Fue ahí que, al tomar contacto con los policías, la propia niña contó que esa mujer la maltrataba, explotaba sexualmente y que pensaba llevarla a Tucumán. Su declaración hizo que abrieran una investigación y Cisneros terminó presa.