Por primera vez desde el 12 de julio de 2009, cuando se inició la investigación por el robo de camionetas 4x4 para usarlas como mellizas con documentos truchos o en el redituable negocio minero de las autopartes, un juez federal mendocino opinó que Guillermo Lucas Criscuolo (40) sindicado como líder de una supuesta asociación ilícita en la llamada ‘mafia de las 4x4’, no debe ser apresado y se le debe conceder la eximición de prisión previa pago de una fianza real de 15.000 pesos.

En otras palabras, el camarista Juan Antonio González Macías considera que Criscuolo podrá ir a declarar como imputado, pero seguir libre.

‘No se desprende de la causa que registre antecedentes penales ni se haya verificado la concurrencia de indicadores puntuales de riesgo que permitan anticipar una eventual elusión (evasión) de la Justicia o entorpecimiento del proceso’, afirma el magistrado en su fallo, que coincide en sus argumentos con el planteo del defensor Ricardo Moine.

Según el letrado, su cliente fue citado a indagatoria por primera vez el pasado 6 de diciembre y nunca eludió la acción de la Justicia pues con su pedido de no quedar detenido tras declarar, demuestra que está dispuesto a colaborar con la Justicia.

De todos modos esa no es la opinión de la mayoría de los jueces federales mendocinos ni de todos los magistrados de la Justicia provincial que intervinieron antes del cambio de competencia. Todos consideran que Criscuolo con su ‘voluntaria rebeldía’ dio acabadas muestras de que quiere entorpecer el normal desarrollo del proceso. ‘En el imputado se refleja la más cabal muestra del obrar que en el pasado evidenció, pues se encuentra registrado con pedido de captura desde el 9 de octubre de 2009, extremo que resulta una evidente demostración de los medios y vínculos con los que cuenta para permanecer en la clandestinidad’, afirma en su voto el juez Alfredo López Cuitiño.

Tras el revés, Moine reclamó por Criscuolo ante la Cámara Nacional de Casación Penal.

La conocida ‘mafia de las 4x4’ estalló el 12 de julio de 2009, cuando en una finca administrada por Criscuolo en Ullum, hallaron una retroexcavadora robada en Mendoza, otras camionetas sustraídas y centenares de autopartes en dos desarmaderos clandestinos.

La investigación finalmente terminó con 20 imputados, de los cuales sólo Criscuolo está prófugo.