María Medina y su hija Lucía Rodríguez (23), que eran juzgadas como acusadas de ahogar en un balde con agua al bebé recién nacido de la joven el 16 de abril 2010, fueron liberadas por un error en un acta policial que, según el fiscal, convertía en nulo el caso al violar sus garantías. Según Télam, Rodríguez se autoincriminó ante la Policía sin asistencia de un abogado, como exige la ley.