’Los vi y pensé que eran obreros de la finca de al lado, porque tenían los rostros cubiertos con trapos y uno traía una ganchera (sirve para colgarse la gamela). Pero después sacaron el cuchillo y me amenazaron. Me llevé un susto grande porque si me cortaban no sé que hubiera pasado porque desde hace 3 años soy hemofílico (su sangre no coagula)’. Miguel Ángel Martí (52) la pasó mal ayer, cuando dos sujetos armados con un cuchillo lo sorprendieron y lo mantuvieron cautivo dos horas y media en el interior de una finca de Chimbas. Los malvivientes le sacaron la camisa de grafa, la cortaron y con ella le ataron las manos y lo amordazaron. También le rompieron el pantalón de un cuchillazo y después obligaron a la víctima a que llamara por celular a su patrón para pedirle $2.000 con la mentira de que tenía a su mujer enferma. Pero el patrón llamó a la mujer, que descubrió la mentira y llamó a la Policía. En minutos, los ladrones terminaron perseguidos por los uniformados entre los parrales. Lograron huir con un magro botín: el celular de la víctima.
Martí es padre de dos chicos de 22 y 25 años y desde hace 15 años trabaja con su familia en una finca de Benavídez 8100 Este. El hombre relató que ayer a las 8 se cruzó con los sujetos: ‘dijeron que iban a tomar agua, pero me sorprendieron. Me rompieron la camisa, me ataron, me llevaron 60 m por el parral y en un momento me arrastraron porque tengo un problema en la rodilla. Me rompieron el pantalón para fijarse’, dijo la víctima. En ese interín, los ladrones le pegaron con el cuchillo en el hombro izquierdo, le hicieron unos cortes en un brazo y lo obligaron a que llamara a su patrón para pedirle plata. ‘Me dijeron que le diga que necesitaba dinero porque mi mujer estaba en el hospital. Le llamamos 3 veces y mi patrón le llamó a mi esposa. Cuando ella vio que algo raro pasaba, salió a pedir ayuda’, contó Martí.
Al ver el movimiento de gente, los ladrones robaron el celular, tiraron al hombre al piso y huyeron. ‘Nunca me pasó una cosa como ésta, me llevé un susto bárbaro y ojalá no me pase de nuevo’, dijo el casero.