Un agricultor de origen boliviano se disgustó con sus dos hijos de 6 y 9 años, supuestamente porque robaron la billetera a un vecino, y como castigo les roció combustible en sus piernas y les prendió fuego.

Esto pasó ayer en el Bº Tupac Amaru del departamento mendocino de Lavalle. Los niños sufrieron graves quemaduras. Su padre, Ciriaco Quispe (30), fugó.