El descuido de los dos efectivos fue grande y la viveza del delincuente, aún mayor. Y es que un joven que había sido detenido ayer en la madrugada por robo, les trajo un dolor de cabeza a esos uniformados que lo custodiaban en la Central de Policía y que lo habían trasladado para que el médico policial lo revisara. Después del chequeo, el trámite era regresarlo a la comisaría. Pero ese regreso se demoró un par de horas, porque apenas se dio cuenta de la distracción de sus custodios, escapó caminando hacia la calle. El revuelo fue tal, que varios uniformados de diferentes dependencias lo buscaron. Finalmente, lo localizaron en Chimbas. Allí lo persiguieron y después, lo recapturaron cuando intentaba esconderse abajo de una cama, informó ayer el jefe de la comisaría 17ma., comisario inspector Daniel Puebla, quien dijo haber capturado en persona al sospechoso.
El fugado y recapturado es Oscar Fabricio Baigorria (24 años) quien había sido capturado ayer en la madrugada por robar en una tienda y con pedido de captura por un robo agravado.
Todo ocurrió ayer alrededor de las 10:30 en la Central de Policía. Como todos los días, los diferentes detenidos (penales y contravencionales) alojados en las distintas comisarías, son trasladados a ese lugar para que el médico los revise. Ese chequeo tiene como fin determinar si el detenido puede estar preso o si tiene alguna lesión y siempre, un policía de cada seccional custodia ese traslado, señalaron fuentes policiales. Ayer en la mañana, un furgón ("Celda 50′) ingresó con detenidos a la Central, entre ellos Baigorria, quien era custodiado por dos efectivos de la comisaría 17ma., afirmó el comisario Puebla.
Según Puebla, luego de ser revisado en la planta alta por el médico, Baigorria aprovechó un descuido de los efectivos y bajó las escaleras. Después, se sacó el buzo para no ser descubierto y salió caminando de la Central, agregó el comisario.
"Estábamos haciendo unos allanamientos en Chimbas y nos enteramos de la fuga. Allí se armó un operativo para dar con él y luego fuimos a la casa de su abuela sospechando que podía aparecer por ahí’, precisó el jefe policial.
Y así fue. A los minutos, el prófugo apareció por el barrio Lebensohn y apenas vio a los policías, otra vez escapó. Finalmente lo ubicaron y, según Puebla, fue él mismo quien ingresó a la casa y detuvo al joven, cuando se escondía debajo de una cama.

