Quizás una caja de 14 conitos de chocolate y dulce de leche nunca fue tan cara: Ángel Alberto Milessi (26) la pagó nada menos que con cuatro meses de su libertad. Esa fue la condena que recibió por un hecho en el que ni la “suerte” ni la astucia estuvieron de su lado. Y no fue la primera vez que le pasó.

Milessi y sus cómplices creyeron tener la “viveza” suficiente para entrar al kiosco Open 25 de avenida Independencia y Lima, y mientras uno de ellos distraía a un empleado, otro ingresaba por una puerta lateral y se llevaba una caja de Cachafaz. Eran las 17.20 del 9 de noviembre pasado.

La maniobra hubiera salido bien de no ser por un detalle en el que los ladrones no repararon: en ese momento cuatro agentes de la Metropolitana estaban tomando un café en el local. Pero los policías tampoco se dieron cuenta del robo. “Había un turista extanjero que hablaba muy poco español pero alcanzó a decirme ‘¡Te robaron!’”, relató hoy Hugo (25), encargado del local.

Cuando miró para afuera, el kiosquero los vio en la plazoleta que separa Lima con la 9 de Julio. “Uno estaba con la cajita bajo el brazo. Justo uno de los policías salía del baño y le avisé. Salió corriendo, los demás también y los arrinconaron en Bernardo de Irigoyen”, contó Hugo. En el piso y esposados, los asaltantes dijeron que habían comprado la caja en una panadería. Nadie les creyó.

Si bien el delito consistía en un intento de hurto, ya que ni siquiera lograron concretarlo, para Milessi significó un pase directo a la cárcel. Como ya tenía antecedentes e incluso condenas por otros hechos en el Departamento Judicial de Azul, quedó detenido y fue sometido a juicio. Sus dos cómplices, en tanto, quedaron libres porque no tenían antecedentes.

El prontuario de Milessi demuestra que no cuenta con la habilidad ni la ambición de otros ladrones: una de las oportunidades en las que estuvo detenido fue por intentar robar, junto a un chico menor de edad, cuatro bolsas de papas y algunas herramientas de un camión en la ciudad bonaerense de Benito Juárez, en 2009. Aquella vez tampoco lo consiguió. El dueño del transporte los vio infraganti, llamó a la Policía y frustró el robo.

Por aquel hecho y otro más, del que no se conocieron detalles, Milessi recibió una condena de cinco años de prisión que terminó de cumplir el 16 de agosto de 2015. En su Facebook llevaba una cuenta regresiva sobre los días que le faltaban para salir. Pero un año y dos meses después caería de nuevo preso. “Re en cana en Buenos Aires. Estoy en Devoto”, publicó el 24 de noviembre pasado, con una ortografía a la altura de sus botines delictivos. Sus contactos no lo podían creer: “Nah... ¿otra vez?”, “¿Te la mandaste posta?”. Dos días más tarde lamentaría que pasaba su cumpleaños solo.

Por la “tentación” de los empalagosos conitos, Milessi aceptó ir a un juicio abreviado. El fiscal de juicio Fabián Céliz valoró las circunstancias del hecho y acordó con la defensa una pena de cuatro meses de prisión de cumplimiento efectivo por “hurto en grado de tentativa”.

Además, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 23 de Capital hizo lugar al pedido del fiscal, declaró al ladrón “reincidente” y lo condenó al pago de las costas del proceso. Milessi cumplirá los 4 meses de prisión este miércoles. “Estoy a 9 días de recuperar mi libertad, re cheto mal”, publicó esta tarde.

Fuente: Clarín