Pablo Arancibia (33), uno de los imputados por el salvaje femicidio de Florencia Romano (14), está detenido en un penal provincial, mientras su pareja y segunda apresada, Micaela Méndez (27), aguardaba novedades sobre su situación judicial, ya que fue respaldada por testigos que estuvieron con ella en Luján de Cuyo cuando se cometió el asesinato.

La fiscal Claudia Ríos entiende que entre Arancibia y Méndez, y en un contexto de violencia de género, asesinaron a Florencia, oriunda de Guaymallén, en la vivienda de la pareja en el pasaje Berra, entre Tucapel y Padre Vázquez.

Al repudio de los mendocinos en redes sociales, se sumaron las amenazas que publicaron algunos reclusos para Arancibia a raíz de la brutalidad con la que asesinó a la nena. 

Uno de los posteos en Facebook se hizo viral luego de su publicación en un grupo del barrio Escorihuela, donde residía la menor asesinada y lugar donde todavía reina la consternación por lo ocurrido en los últimos días.

“Ya venís en camino al infierno nuestro. Te esperamos en la cárcel los pibes del barrio Escorihuela”, se lee la publicación en Facebook. “Malparido, vamos a agravar tu infierno, tus gritos, hasta que te mueras. Te violaste a la amiga de mi hija”, manifestó el hombre.

La adolescente, que había desaparecido el pasado sábado, apareció el viernes asesinada y su cuerpo presentaba golpes, lesiones cortantes y además fue parcialmente quemada, según los resultados preliminares de la autopsia.

Durante la investigación, los pesquisas establecieron que la chica mantenía contacto con la pareja a través de Instagram y que había acordado encontrarse ese día con ella.

Al ser consultados al respecto, los ahora imputados confirmaron esa circunstancia aunque aseguraron que la adolescente se retiró de su casa esa misma tarde.

Ese y otros datos despertaron las sospechas de los pesquisas, quienes arrestaron y trasladaron a la pareja hasta la fiscalía de Homicidios.