El relato en general y los detalles en particular revelados por el chico de 14 años en Cámara Gesell, fueron evaluados por los psicólogos como libres de toda mentira. Y para el juez penal de Jáchal e Iglesia, Pablo Oritja, esa prueba fue fundamental para resolver que el conocido técnico de fútbol iglesiano, el jubilado Carmelo "Melo" Ontiveros (72) debía ser procesado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante (por las circunstancias de su realización), agravado además por ser guardador o cuidador de ese niño, que se quedaba en su casa luego de los entrenamientos con vistas, incluso, a una posible selección del club mendocino Godoy Cruz, informaron fuentes judiciales.

El magistrado ya había rechazado también el pedido de arresto domiciliario contra ese conocido exfutbolista, porque los médicos informaron que puede permanecer preso. Y ahora un tribunal superior tratará el reclamo de la defensa para liberarlo (al tener más de 70 años), porque no apeló el procesamiento, indicaron.

Ontiveros está preso desde el 28 de enero pasado, luego de que los padres del chico llegaran a la comisaría iglesiana a denunciarlo. Hasta entonces había confianza entre la familia del menor con el entrenador, pues no era la primera vez que le confiaban a uno de sus hijos para que los entrenara y le permitiera quedarse, por la gran distancia que debían recorrer tras cada práctica.

Pero todo se rompió cuando el chico llegó a pie una madrugada y les contó algo tremendo: que "Melo" se le tiró encima cuando estaba en la cama, le mostró sus genitales mientras intentaba una suerte de explicación de lo que hacían hombres y mujeres. Y cuando el menor se levantó e ingresó al baño, allí también quiso entrar el DT, el chico no lo permitió y apenas pudo se fue a su casa caminando.

Al momento de presentarse ante el juez, Ontiveros no dio su versión, pero su entorno se encargó de defenderlo. Ahora, el caso pasará a juicio.

>> Asaltaba y abusaba de sus víctimas


Un joven de 19 años identificado como Juan Ignacio Contín, fue detenido por policías de la Brigada Sur y de la Seccional 7ma luego de ser señalado por testigos, como autor de unos cuantos robos, varios de los cuales se vieron agravados por el uso de armas y también porque en algunas ocasiones abusaba de sus víctimas, informaron fuentes policiales. Según voceros del caso, quienes se vieron aliviados por la detención de Contín fueron los vecinos del barrio Santa Bárbara, en Pocito, su lugar preferido a la hora de atacar.

La captura de Contín -dijeron- se completó con el secuestro de dos teléfonos, una notebook y la ropa que utilizaba cuando perpetraba sus maniobras.