El dato que sembró la sospecha surgió de los propios controles internos de la Anses (Administración Nacional de la Seguridad Social). En esa averiguación, saltó que en la sede del departamento Rawson se gestionaban jubilaciones mínimas para gente sin aportes en las que nunca se había exhibido el original del DNI del eventual beneficiario, pero igual se certificada la copia como auténtica.

Y, lo más grave, que en unos 10 casos se habían otorgado jubilaciones a personas que no tenían la edad para percibir el beneficio: esa vez 60 años las mujeres y 65 los varones. Es más, se descubrió la situación de una mujer ‘envejecida’ 10 años para ser jubilada, dijeron fuentes judiciales.

Por eso el apoderado judicial de Anses en Rawson puso la denuncia el 31 de agosto de 2009. En esa denuncia reveló que el perjuicio estimado con el pago indebido de esas asignaciones era de 40.973 pesos. Que el engaño partía de una casilla de correo electrónico usada por los gestores Rubén Alberto Gómez (54) y Carlos David Zárate (37) y no hubiera sido posible sin la complicidad de empleados de la Anses.

El caso puede pasar ahora a un juicio oral en el que se sabrá si deben o no ser condenados.

También informó que en la carga de la copia adulterada del DNI o directamente el ingreso del dato falso, siempre aparecían vinculadas las entonces empleadas de esa sede, María Fernanda Cerdera (48) y Andrea del Valle Masquijo (41), dijeron fuentes judiciales.

Ahora, el juez federal Leopoldo Rago Gallo confirmó las sospechas contra los gestores y las exempleadas de Rawson, y los procesó, sin encierro, por falsificar documentos, por usar esos documentos adulterados y por fraude. En el caso de las ahora exempleadas, consideró agravado los delitos por su condición de funcionarias públicas, precisaron voceros judiciales.

Es más, el magistrado creyó en principio que algunos de los ‘jubilados’ pudieron estar ligados a las maniobras a sabiendas de que no les correspondía.

Sin embargo al interrogarlos, la mayoría dijo que los gestores se presentaron en sus casas y sólo entregaron una copia de DNI y nunca fueron a la Anses a firmar papel alguno. Es más dijeron también que les cobraban por iniciar el trámite y también cuando percibían sus haberes. En algunos casos, se demostró que hubo ‘beneficiarios’ que nunca fueron a cobrar.

María Noriega, defensora de uno de los gestores procesados, aseguró que intentará revertir la situación de su cliente.