En una foto, la adolescente aparece desnuda en la cama y mirando la cámara. En otra, ella exhibe sus senos. En una tercera imagen, posa como modelo y también semidesnuda. Y así, en once fotos más, incluso en una se puede observar el pie de un hombre apoyado sobre las partes íntimas de la jovencita.

Esas fotografías, tomadas con celulares entre el 17 de agosto y el 18 de septiembre de 2016, hoy son pruebas claves que sirvieron al juez Alberto Benito Ortíz (del Primer Juzgado de Instrucción) para procesar con prisión preventiva a un cartero caucetero de 44 años, acusado de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vinculo en perjuicio de su hija de 15 años.

De ir a juicio, el acusado podría recibir una pena de hasta 20 años de cárcel.

El caso estalló en febrero pasado a raíz de un CD, que contenían esas fotos, que llegó a manos de un uniformado de la Seccional 9na. La que aparecía en las imágenes de alto contenido sexual era una adolescente de Caucete. A esto se sumaron los rumores que indicaban que esa chica tenía una extraña relación con su padre. Decían que andaban todo el tiempo juntos, que parecían novios y que los habían visto salir de un hotel alojamiento. Realizada la denuncia, en un primer momento detuvieron por error a un policía que tenía el mismo nombre, pero a posteriori apresaron al cartero.

Familiares y vecinos fueron coincidentes en declarar que el cartero tenía una relación posesiva con la menor, que era celoso, que existían toqueteos que no eran simples caricias y que se ausentaba con la jovencita durante horas. Aunque la adolescente negó todo, aparentemente presionada por alguien, el informe psicológico reveló que fue víctima de abusos sexuales. En su intención por salvar a su padre, la chica declaró que las fotos se las sacaron dos primas. Eso era mentira: una prima tiene 3 años y la otra desmintió esa versión. La chica después apuntó contra el novio de su abuela, pero eso quedó descartado.

La madre de la víctima también defendió al acusado, pero después ella lo hundió. Reconoció que el pie que se vía frotando las partes íntimas de su hija, en una foto, es de su marido. Una prueba incontrastable que valoró el juez Ortíz es que todas las fotos fueron tomadas en el dormitorio del acusado. En una foto se ve su bolso del correo.

El testimonio de la abuela de la víctima fue fundamental. La señora declaró que, en 2016, su nieta le contó en secreto que su papá la manoseaba desde que era pequeña, que a los 10 años la accedió carnalmente y que era violento. Afirmó que su hija sabía esto, pero callaba y no denunciaba a su marido porque temía que lo mataran en la cárcel. Otro testimonio crucial fue el de una tía de la adolescente, que contó que ésta le aseguró que esas fotos se las tomó su propio padre.