Poco menos de una hora les llevó a un grupo de hábiles estafadores apoderarse de unos 60.000 dólares (más de 17 millones por entonces) y $1.200.000, el pasado 19 de agosto sobre las 11 de la mañana. Ese día, en su casa de Capital, una anciana recibió un llamado de una mujer que la convenció de ser su hija. Y que, sin dejarla cortar la comunicación, la persuadió también para que juntara todos los dólares y los pesos que tenía (todos sus ahorros), con el falso argumento de que los billetes no estaban bien y había que cambiarlos. Para hacer más creíble la mentirosa versión, le dijo que estaba en un banco y que le enviaría a su casa a un encargado de la entidad para retirar los billetes. Exactamente a las 11,09 de aquel día, la mujer salió a la vereda de su domicilio junto a su marido y entregó a un joven una bolsa de naylon con el jugoso botín. El sujeto solo le confirmó que estaba en comunicación con "su hija", que iba por el dinero y cuando lo recibió se subió a un auto gris y desapareció.

El seguimiento de las cámaras de seguridad sobre los movimientos de ese automóvil, un VW Bora, les permitió a los policías de Estafas saber enseguida que los sospechosos eran dos gitanos: Jesús Juan (35) y Jesús Mitar (26). Y la recolección de pruebas ordenada por el juez de Instrucción Guillermo Adárvez, resultó tan contundente, que ahora los procesó por estafa.

Que no tuvieran condenas ni pedidos de captura y el hecho de que la estafa es un delito excarcelable, jugó a favor de la libertad de ambos sujetos, a quienes les embargaron bienes por una suma de 5 millones, a cada uno, indicaron fuentes judiciales.

POR CÁMARAS

Las cámaras de seguridad, de vecinos y las del Gobierno, fueron claves para esclarecer el caso en apenas un día. Así, supieron que el auto tenía prohibición para circular en Chubut, que minutos después del fabuloso fraude ingresó a una playa de estacionamiento del microcentro, donde cambiaron parte de esos dólares (4.100 por los que obtuvieron $1.172.000). Y que luego fueron a parar a otro estacionamiento de calle Mendoza, donde pagaron 4.500 por 15 días, pues la idea era "enfriar" u ocultar ese vehículo, a sabiendas de que lo buscarían.

Las identidades aportadas por el hombre que les cambió los dólares y por el playero, derivó en un allanamiento en Santa Lucía y otro en una casa de la Villa Hipódromo, Rawson, donde hallaron evidencia clave: como $717.300 en la misma bolsa en que se los habían dado las víctimas, teléfonos y 24 chips telefónicos.

Los reconocimientos en fotografías y en rueda de personas de ambos gitanos, permitieron cerrar el círculo sobre esos sujetos, que se negaron a dar su versión de los hechos ante el juez.

Entre los pesquisas, quedó la sensación de que al menos uno de ellos, Vitar, pudo estar ligado a varios fraudes similares, porque el "arbolito" que le cambió los dólares declaró que, en el último año, habían concretado esos cambios de dinero una o dos veces por semana.