Él se defendió diciendo que su intención era solamente asustar al otro joven, que siempre disparó a la pared del pasillo de la casa. Y que, sin querer, una de las balas rebotó y le provocó esa herida mortal en el abdomen a su vecino, el viudo José Antonio Pozo (54). El juez Benito Ortíz no le creyó nada a Oscar Orlando Mercado (22); por el contrario, consideró que efectuó los disparos sin importarle nada y por venganza. Es más, el magistrado en estos días procesó y dictó la prisión preventiva contra este muchacho que en diciembre pasado, por una pelea con su examigo y vecino de la Villa San Patricio, asesinó al papá de ese otro chico.
Aquel incidente se originó justo la tarde de Navidad, el día 25 diciembre, cuando un grupo de jóvenes amigos tomaba en un domicilio de la esquina de Colón y Formosa en ese popular barrio de Chimbas. Ahí se encontraron por casualidad Juan Manuel Pozo, el hijo del ahora fallecido, y Oscar Orlando Mercado, quienes hacía dos semanas habían tenido problemas, reconocieron ambos. Los dos discutieron y el dueño de casa para evitar problemas les pidió que se fueran. Una vez que estuvieron en la calle, se trenzaron a golpes hasta que apareció José Antonio Pozo y lo separó, según declararon al menos 4 testigos. El hombre luego se llevó a su hijo y a la novia de éste, mientras que Mercado se fue furioso porque salió lastimado, según el expediente.
Pasadas las 19, Mercado se apareció con un revólver en la casa de los Pozo en calle Colón 152 Norte y empezó a llamar y a insultar al otro joven y a su novia. Según las pericias, largó un tiro contra el frente de la vivienda. Y efectuó otros 2 disparos hacia el interior, dado que la puerta estaba abierta. Uno de esos balazos fue en dirección al comedor y dio en el abdomen de José Antonio Pozo, que permanecía de pie apoyado en una silla. Tras los tiros, Mercado fugó. José Pozo tuvo que se llevado al hospital, pero a la mañana siguiente murió.
Mercado se entregó el 1 de enero de este año y desde entonces quedó preso. Según la causa, durante la indagatoria aseguró que todo fue por una ‘discusión tonta’, que se llevaba bien con don José Pozo y, aunque reconoció haber disparado, juró que nunca quiso matarlo. El juez del Primer Juzgado de Instrucción igual lo procesó por homicidio simple.