Una disputa entre jóvenes de distintos barrios derivó ayer en un asesinato en Marquesado, Rivadavia. Todo sucedió cuando un muchacho provocó y escupió a otro que pasaba por la calle. Este último agachó la cabeza y se marchó, pero a los minutos regresó con un revólver para vengarse de su rival y lo mató de un disparo en el pecho, según fuentes policiales. Anoche, el presunto homicida ya estaba preso junto a su supuesto cómplice.

Pablo Marcelo Muñoz (21) no pudo reaccionar porque recibió el tiro casi en el corazón, dijeron en la Seccional 30ma. Tampoco hicieron nada los al menos 4 amigos que estaban con él sentados en una esquina de calle Proyectada del Bº Marquesado III, cuando se registró el ataque alrededor de las 13.20, informó la Policía. El joven herido cayó al suelo y más tarde fue llevado en ambulancia al Hospital Marcial Quiroga, pero llegó sin vida. El fallecido tiene antecedentes penales, según la Policía, y es primo de Miguel Mateos ‘Sandunga’ Muñoz, el joven que desapareció en Jáchal el 14 de agosto del 2011 y que a los 9 días fue encontrado muerto en un canal (por esa causa, hay un acusado).

Pablo Muñoz era de Villa Chacabuco, ubicado al lado del Bº Marquesado III. Según la versión policial, él estaba con sus amigos cuando pasó caminando Sergio Daniel Paredes (20), quien es del Bº Cerro Blanco y venía de un kiosco. Aparentemente, existía algún problema entre ambos. Y Muñoz, que era conocido por pendenciero, salió al cruce y lo escupió, contaron los investigadores. El otro muchacho no lo enfrentó y siguió caminando.

Al parecer, Paredes se fue a su casa o a otro lugar y buscó un revólver para luego volver a buscar a Muñoz. Hay una versión recogida por la Policía que señala que habría regresado en moto con otro joven. Otra, dice que llegó pie y solo. Lo cierto es que, supuestamente, encaró a Muñoz y de frente le largó ese disparo mortal que le impactó en el pecho, relataron en la Policía. Después fugó.

A partir de datos recogidos en el lugar, los policías de la Seccional 30ma al mando del comisario inspector Juan Gómez detuvieron a Sergio Paredes y también a Juan de Dios González (20), el posible cómplice. Ambos permanecían presos en la Central de Policía, mientras los investigadores de Homicidios buscaban el arma y más testimonios para cerrar el caso.