Sesenta días sin trabajar y con un yeso que le cubre el bíceps izquierdo hasta su mano. Y miedo, miedo de volver a hacer ese mismo trabajo nocturno durante 8 horas, de lunes a domingo. Esas son las secuelas que le quedaron a un joven sereno luego de ser víctima ayer en la madrugada de un feroz ataque cuando cuidaba el depósito de una empresa de ruta 40 y calle 9, Pocito. El muchacho sufrió una doble fractura en su antebrazo izquierdo cuando interpuso su extremidad para frenar el fierrazo que le lanzó un delincuente que se metió a robar. Tras el ataque, el sereno corrió por ayuda y el agresor, huyó, contó Jonathan Emanuel Saavedra, la víctima.

Según Saavedra, desde hace un año y medio trabaja como sereno en el galpón de la empresa "Estructuras San Juan'. Ese dinero, le ayudaba para mantener a su esposa y su pequeño hijo, y además, para darle una mano a su madre, con quien comparte su casa, contó el joven.

Hasta ayer en la madrugada, el muchacho nunca había tenido problemas cuidando el depósito. Pero eso cambió alrededor de las 3,30. A esa hora, Saavedra se fue de la garita hasta el baño. Cuando salió, vio que las luces del sector Sur estaban apagadas y fue a ver qué sucedía.

El sereno caminó entre dos containers y fue allí cuando un sujeto se le apareció y le pegó un fierrazo. "Atiné a cubrirme la cabeza y sentí el golpe. Ni lo pensé y salí corriendo hacia un vecino, para buscar ayuda. Ni sé cuántos tipos eran porque lo primero que pensé fue en salir de allí. Pensé que me iban a matar", aseguró el muchacho.

Luego de unos minutos, la policía llegó al lugar y no encontró a ningún sospechoso. Con lo que sí se toparon los uniformados, fue con unas chapas levantadas del perímetro por donde ingresaron el o los ladrones, explicaron.

"Realmente pensé que me iba a matar. Es algo que no se lo deseo a nadie y no quiero volver a trabajar de sereno", contó Saavedra.