El 4 de enero pasado la vida de Ulises Eithan Jofré quedó en pausa a causa de un accidente doméstico en su vivienda del Barrio Valle Grande, en Rawson: cayó a una pileta de lona y cuando lo sacaron ya estaba inconsciente. Pero hoy, 268 días después y luego de una milagrosa recuperación, vuelve a su casa.

La desgracia había ocurrido alrededor de las 8 de la mañana de aquel día. "Cuando lo vi estaba flotando, boca abajo y no hacía nada, yo creía que estaba muerto. Ahí nomás lo saqué y fui corriendo hasta donde estaba mi mamá", había relatado en aquel momento Sara (15), hermana del pequeño. "Lo traía boquita abajo, sin signos vitales, no lloraba, estaba morado e inconsciente", había afirmado Jésica, la madre. "Estábamos por salir.. el bebé andaba gateando, jugando con una pelotita. En un momento mi marido entró al baño, pero yo no lo vi. Yo estaba peinando a las nenas cuando dejé de sentir la pelotita, dejó de rebotar... ahí le pregunté a mi hija y ella salió a buscarlo y al ratito me lo trajo casi sin vida. Ella venía con una crisis de nervios, sólo me dijo 'mamá, mamá' y me lo dio. Ahí nomás reaccioné, sabía que tenía que hacer algo rápido, tomé coraje y le hice RCP. Ahí el bebé expulsó mucha agua", había agregado la mujer.

Ulises cumplió 1 año el 17 de diciembre pasado y es el menor de 7 hermanos. 

Mientras eso ocurría su esposo ya había salido corriendo a pedir ayuda en la seccional 35ta, ubicada en el mismo barrio. Los policías de inmediato fueron hasta la vivienda y continuaron con las maniobras de reanimación hasta que llegó la ambulancia.

Así está ahora el pequeño. La madre de la compartió en su Facebook las fotos.

 La pileta, de unos 70 centímetros de alto, tenía agua hasta un poco más arriba de la mitad. "Es muy travieso, se trepa a todo, tiene facilidad para escalar. En mi casa no puede haber una silla suelta porque ahí nomás se sube y después se pasa a la mesa, tiene eso de que lo que pilla se sube. Yo presumo que él se ha agarrado del caño de la pileta, ha trepado y se ha caído", había dicho Jésica.

La familia nunca había perdido la esperanza pese a que "nos dijeron que en casos de bebés así es muy difícil que lleguen vivos, hay que esperar".

Este lunes, tras varios pedidos de cadenas de oración, desde el Hospital Rawson llegó la buena noticia: Ulises ya está en condiciones de abandonar el nosocomio y de continuar con la recuperación en su casa.

"Ulises se irá a casa con internación domiciliaria. Estamos muy contentos", dijo a este diario un familiar.