Todo quemado quedó el Renault 9 de Marcelo Vargas. El hombre dijo que no sabe si lo hicieron para robar o sólo por daño. Ahora no tiene en qué trasladar a su hija enferma, comentó con bronca.

Delincuentes prendieron fuego en la madrugada de ayer un auto que estaba estacionado en la puerta de una vivienda de Rawson y que la familia lo usaba, entre otras cosas, para trasladar a una hija con discapacidad, dijo Marcelo Vargas (48), el propietario del Renault 9 que ya no puede volver a funcionar.

Los Vargas dormían en su vivienda, ubicada en calle Rioja al 2000, en Villa Santa Anita, cuando alrededor de las 5.30 escucharon los gritos de los vecinos. Ya cuando salieron el auto modelo 95 estaba envuelto en llamas, indicaron.

Un equipo de bomberos llegó al lugar y ayudó a sofocar el fuego, pero lo cierto es que el vehículo ya estaba prácticamente quemado en su totalidad. Eso sí, llegaron a tiempo y pudieron evitar que el tubo de gas del Renault explotara.

Una chica que vio todo desde una casa vecina dijo que observó a tres sujetos salir corriendo segundos antes de escuchar una explosión y de que el fuego se apoderara del rodado, comentó Vargas, de profesión enfermero. Y agregó que la puerta derecha trasera estaba abierta. "Parece que tiraron algo adentro para iniciar el fuego", indicó.

El hombre aseguró que no sabe por qué se metieron con su vehículo. "No sé si quisieron robar o sólo lo hicieron por daño. Ahora no sirve para nada, ni para chatarra", dijo.

La bronca de la familia pasa por la utilidad que le daban al auto. Es que, además de que Vargas lo usaba para ir a su trabajo en el Hospital Rawson, era esencial para trasladar a María (25), una de los cinco hijos del matrimonio, que padece parálisis cerebral y utiliza silla de ruedas.

"Tengo una bronca terrible, estoy muy dolido. Me queda la sensación de inseguridad, de no saber a qué más se atreven", cerró el hombre.