El fin de esa tormentosa relación ocurrió el martes en la mañana, cuando ella se acercó hasta la policía y volvió a denunciar a su pareja por amenazas y las agresiones que sufría desde hace tiempo. Entonces los uniformados de la comisaría 18va. fueron a la casa del sujeto en Villa Marcó, en Albardón, y le entregaron la citación para que declare. Pero el joven no lo soportó y en la noche del miércoles tuvo la peor de las reacciones: furioso y con navaja en mano, se encerró en la humilde vivienda, tomó una garrafa de la cocina, cortó la manguera y utilizándola como un lanzallamas, quemó todo en la precaria vivienda, incluidas las pocas cosas de su mujer y sus dos hijos. Y no fue todo. Según la policía, cuando los uniformados de la comisaría 18va. quisieron detenerlo, forcejeó y lanzó un navajazo contra uno de ellos, pero otro policía interpuso su mano para evitar la agresión y eso lo costó 7 puntos de sutura en dos dedos.
El incendio ocurrió el miércoles a las 23:30 en una vivienda de calle Cura de las Tuscas y Proyectada, en Villa Marcó, Campo Afuera, Albardón. Allí, Martín Caballero (27) quemó dos roperos, un chifonier, sillas, 2 camas, un TV, un DVD y la ropa de toda su familia.
Su pareja desde hace 3 años, Erica Garro (22 años, madre de sus dos hijos de 2 años y otro de 4 meses) contó que el problema ya venía desde diciembre último, cuando Caballero la golpeó estando embarazada de 5 meses. Aquella vez lo denunció y se separaron. Luego el joven reapareció y prometió cambiar, pero no lo hizo. Es más, abandonó el trabajo y se dedicó a la bebida, comentaron ayer familiares de la joven. El domingo el muchacho llegó ebrio y violento, dijeron. Increpó a la joven y la zamarreó violentamente. Cansada, se fue a lo de su mamá con sus hijos, sin llevarse nada de la casa. El martes, Garro fue hasta la comisaría 18va. y lo volvió a denunciar. Un día después, lo citaron y en la noche Caballero explotó en cólera.
En la policía indicaron que el joven se encerró en la casa y empezó a quemar todo ante la mirada de su suegra, pareja, vecinos y policías que le pedían salir. Las llamas ya eran de gran magnitud y los efectivos quisieron entrar pero antes, el joven saltó por una ventana. Un efectivo lo tomó por detrás y en ese momento Caballero le tiró un puntazo, indicaron. El agente Roberto Agüero paró la puñalada con su mano izquierda lo que le produjo un profundo corte en los dedos. Tras el ataque, finalmente lo apresaron. Ayer, el muchacho fue trasladado (detenido) a la parte de psiquiatría del hospital Marcial Quiroga para determinar si tiene o no problemas mentales, dijeron en la policía.
"Ahora tengo miedo por mi y por mis hijos. No lo quiero ver nunca más por acá", indicó angustiada Erica Garro.