La causa por la muerte de la joven Ayelén Castro (23) ayer fue elevada a juicio por la jueza de Garantías Verónica Chicón y Fiscalía adelantó que pretende prisión efectiva para el conductor que la arrolló, causando su fallecimiento. El fiscal coordinador de la UFI Delitos Especiales Adrián Riveros expuso que en la próxima instancia pedirá una condena de 4 años de cárcel (la escala es de 3 a 6 años) y 9 años de inhabilitación para conducir para Adolfo Marcelo Kappes, un mecánico de 60 años que actualmente se encuentra en libertad.

El delito que le imputan es homicidio culposo, agravado por conducir con exceso de velocidad. Según Fiscalía, varias pericias complican a Kappes, pues prueban que cuando embistió a la víctima circulaba a una velocidad aproximada de 94 km/h, mucho más que los 40 km/h permitidos por disposición municipal.

El siniestro ocurrió minutos después del mediodía del pasado 30 de junio, cuando Castro guiaba su Motomel 200 cc hacia el Este por la Calle 12, en Pocito. Según la acusación, entre Ruta Nacional 40 y la Avenida Joaquín Uñac (más conocida como Mendoza), colocó luz de giro para entrar a su casa pero fue embestida desde atrás por la Renault Kangoo de Kappes. La joven voló y cayó a unos 10 metros. Fue trasladada hasta el Hospital Rawson, pero a las 13.30 finalmente falleció.

Hasta el momento el acusado no ha declarado, por recomendación de su defensor, Jorge Guillén Giménez, quien ayer se opuso a la calificación fiscal y a que la causa pasara a juicio, argumentando que la culpa fue de Castro. Sin embargo, la jueza Chicón dio la razón a Fiscalía y a la querellante Laura Reus, que adhirió en su totalidad al planteo de Riveros.

El día de la desgracia Castro volvía del gimnasio. Su propia madre escuchó el estruendo y al salir se topó con la dolorosa escena de su hija tirada en el piso, prácticamente sin ninguna reacción.