San Juan, 20 de octubre.- Como todas las noches, Pedro Moyano se encontraba durmiendo en la finca Palo Blanco, en la que trabaja de casero.

En un momento escuchó ruidos extraños, voces de dos sujetos, y no lo dudó. De inmediato se levantó, tomó un arma y comenzó a tirar al aire. Luego se colocó el revolver en la cintura y ocurrió lo peor.

El arma se disparó accidentalmente, la bala le atravesó un testículo y quedó alojada en una de sus rodillas. De inmediato fue trasladado hasta una clínica privada, donde se encuentra internado.

El hombre, de 54 años de edad, está fuera de peligro.