Fuentes judiciales aseguraron que el magistrado, en una escueta resolución, invocó razones de “violencia moral” a raíz de las publicaciones periodísticas recientes, en las que la familia y el propio empleado judicial Rogelio Videla Hadad, sospechoso de perpetrar la sustracción de al menos 10 kg de drogas y unos 20.000 pesos, salieron a cuestionarlo.

El 12 de diciembre pasado, el defensor de Videla Hadad, Ricardo Moine, pidió a Rago Gallo y a su secretario Carlos Taca inhibirse de actuar por el conocimiento y la relación que tenían con su cliente, y porque considera que son parte afectada pues lo sustraído estaba bajo su custodia y eso les impedía actuar con imparcialidad, explicó el letrado.

Según las fuentes, el primero en ser apartado fue Taca y ayer se conoció la decisión del juez Rago Gallo de alejarse de la investigación. Ahora, quienes subrogan son el juez federal Miguel Gálvez y la secretaria Patricia Sánz, pero Moine anticipó ayer que también los recusará: a Sánz por ser cuñada de la prosecretaria de la Secretaría Penal 5, que tiene a su cargo las causas en las que se registraron las sustracciones de dinero y estupefacientes.

Y a Gálvez, explicó, por considerar que al ser el subrogante más usual de Rago Gallo está en las mismas condiciones que su suborogado. “Lo ideal sería un juez de otra provincia”, dijo Moine.

Ayer la codefensora Sandra Leveque pidió que se levante el secreto de sumario “para ejercer correctamente el derecho de defensa” de Videla Hadad, pues aún no tienen acceso al expediente.