Padre e hijo fueron atacados a puntazos cuando se resistieron al robo de un celular, en Rawson."La sacamos barata, nos podría haber matado", dijo ayer el jubilado Rubén Roldán (75), mostrando su herida en el pecho, justo a un costado de la tetilla izquierda. Fue ese anciano el que sobre las 21 del último lunes se encontraba sentado en la vereda de su casa del Barrio Buenaventura Luna, sobre la calle Neuquén. En eso que escuchaba música con el celular, se le apareció un sujeto en bicicleta y sin decirle nada intentó manotearle el aparato, pero no pudo y salió a las apuradas. Sin embargo, los gritos alertaron al hijo de Rubén, que vive al lado, y de inmediato salió a buscar justicia. "Lo tiré de la bici y empezamos a pelear. Y de un momento a otro sacó una navaja y empezó a revolearla para todos lados. La verdad no sabía que estaba armado", confesó Eric (39). En esa pelea el delincuente lo hirió en el brazo derecho, en la parte izquierda de la espalda y un tercer puntazo se lo dio en el cuello, una lesión en una parte sensible pero que "por suerte no fue profunda, porque sino, no sé qué hubiese pasado", dijo el hombre, que es operario de una empresa.

Ambos fueron trasladados en ambulancia hasta el Servicio de Urgencias del Hospital Rawson, donde fueron asistidos y al cabo de unas dos horas dados de alta.

Por otro lado, si bien no pudo ser capturado, el delincuente salió perdiendo porque se fue con las manos vacías y además perdió su bicicleta, pues huyó corriendo. De todas formas, en la Fuerza dijeron que el rodado, una mountain bike, probablemente sea también robada. Lo concreto es que fue secuestrada y llevada a la seccional 25ta, donde esperaba por su dueño.

"El barrio se ha puesto jodido. Mi señora ya me venía diciendo que no me sentara afuera con el celular", admitió Rubén.