Un juez del Tribunal de Impugnación revocó parcialmente el fallo por el cual, en mayo pasado, se condenó a un expreparador físico del Club San Martín a 8 años de cárcel, al considerar probados los manoseos y las violaciones sufridas por una niña, que tenía 8 años e iba con frecuencia a su casa por la relación de amistad entre las familias de ambos. Tras revisar la sentencia, el magistrado Benedicto Correa reajustó la calificación de los delitos atribuidos al imputado y le rebajó el castigo a 5 años y 8 meses de cárcel, dijeron fuentes judiciales.

Paulo Daniel Perera (29) es el beneficiado por la rebaja de su condena. Había sido detenido el 26 de octubre del año pasado, cuando esa niña (entonces de 13 años) declaró ante una psicóloga del ANIVI que había sido manoseada y violada, y sus dichos fueron calificados como coherentes y creíbles por esa profesional.

La duda creció en el juicio, cuando Fiscalía entendió que, a pesar de no presentar lesiones físicas de ataques compatibles con las violaciones que la menor dijo sufrir, igual dio por acreditada la existencia del delito, principalmente porque una médica de la Policía aseguró que pudo existir 'coito vestibular', es decir sin dañar el himen.

A pesar de la rebaja de pena, la defensa de Perera dijo que seguirá intentando revertir el fallo en su contra.

La jueza Gema Guerrero entendió también que se había probado la teoría fiscal durante el juicio, y el 20 de mayo pasado condenó a Perera a 8 años (Fiscalía pedía 10) por los delitos de abuso simple reiterado y abuso sexual con acceso carnal, ambos agravados por la situación de guarda.

Tras el fallo, el defensor de Perera, César Jofré, lo cuestionó ante el juez Correa. Pidió la absolución o, en todo caso, una condena por abuso simple, pues a su entender no era posible de hablar de una violación consumada cuando la niña no presentaba lesiones. También criticó el informe psicológico de la menor. Luego de escuchar a las partes, el juez le dio parcialmente la razón a la Defensa. Consideró probados los abusos simples pero no la violación, aunque sí la existencia de la tentativa del acceso carnal. Ayer, Jofré anticipó que seguirá intentando revertir el fallo.