Los reclamos de justicia por el brutal crimen de las hermanas Lorena Funes y Lucía Zanón, ocurrido el 7 de este mes, comenzaron a tomar fuerza en San Luis. Esta última semana hubo marchas en el pueblo de La Toma y en la propia capital provincial exigiendo que esclarezcan el asesinato de esas dos jóvenes que fueron a cumplir una promesa a la Difunta Correa y aparecieron atropelladas y degolladas.
El misterio crece porque la Policía no halla pistas sobre él o los homicidas. La historia empezó la mañana del 7 de este mes, en La Toma, a 82 kilómetros de San Luis capital. Lorena Funes (23), madre de una nena y estudiante universitaria, y su hermana Lucía Zanón (34), profesora de Matemáticas, emprendieron un trayecto a pie de 3 kilómetros para cumplir una promesa la Difunta Correa. Lorena había prometido que si llovía en la zona (ésto por la sequía) iría a la gruta todos los domingos hasta el día 7. Nunca llegaron ni volvieron a su casa. A las 19, encontraron a ambas asesinadas. Las chicas tenían numerosas fracturas y estaban degolladas. Se estableció que habían sido atropelladas por un vehículo y después les cortaron sus cuellos con un cuchillo poco afilado. El crimen conmovió al poblado, a tal punto que comenzaron las protestas. Esta semana, los habitantes de La Toma reclamaron frente la comisaría de la zona y también hubo otra marcha en el centro de San Luis. Hasta la intendenta se puso al frente del pedido de justicia.