La prueba de dermotest en las manos del joven que fue hallado muerto el domingo último en Chimbas con un disparo en el pecho, reforzó la teoría del suicidio. Fuentes del caso revelaron que tenía rastros de pólvora en una mano, lo que encaja con la hipótesis de que Gabriel Yonathan Corso (20) disparó el arma que le quitó la vida. La sospecha es que luego alguien se llevó esa arma. Ayer, gracias a un llamado anónimo, los policías de la Seccional 17ma encontraron el revólver calibre 32 que habría utilizado, en ruta 40 y Rodríguez.
