Hacía diez años que no se subía a una moto. Es más, tuvo que esperar cobrar un retroactivo por su reciente jubilación para juntar el dinero y por fin a dar ese gusto. Dicen que el miércoles se fue a un conocido local de motos del centro capitalino y el jueves al mediodía retiró su Brava 125cc tipo tunning, con la cual partió de inmediato rumbo a Caucete con intenciones de mostrarsela a sus hijos. En ese trayecto sucedería lo impensado. A poco de pasar el puente de ingreso a ese departamento, y cuando el velocímetro apenas marcaba los 20 kilómetros de recorrido, entró en un tramo de la ruta nacional 20 donde el pavimento está deformado, perdió el control de su rodado recién comprado y se estrelló contra un guardarraíl. No se sabe si se salió el casco o lo llevaba en un brazo, lo cierto es que el hombre se partió la cabeza en el choque y ahora se encuentra al borde de la muerte.
Este exobrero de la construcción llamado Aldo Miguel Argañaraz (59), que vive con tres de sus hijos en el distrito caucetero de El Rincón, anoche se encontraba en estado de coma en el Hospital Guillermo Rawson. Su familia contó que sufrió una fractura de cráneo, por lo que debieron operarlo.
El accidente se produjo a sólo 200 metros al Este del puente de Caucete, en una parte donde el pavimento se hundió a raíz del tránsito pesado formando grandes ondulaciones en los bordes, explicaron policías de la Seccional 9na. ‘Ahora le pasó a mi papá, mañana le puede tocar a cualquier otra persona. En ese lugar la ruta es un peligro y el Estado tiene que arreglarla porque no es la primera vez que hay un accidente ahí’, comentó Aldo, el hijo mayor del jubilado, quién recordó que ‘hace mucho que mi papá quería comprarse una moto y yo le decía que no por lo peligrosa que son’.