Los casi 5 kilómetros de cañería cloacal que hay desde el lugar donde el pasado 19 de marzo cayó por accidente Rodrigo Muñoz (26 años) hasta la planta del Bajo Segura, en Santa Lucía, serán revisados nuevamente para averiguar de una vez por todas si el resto del cuerpo del joven obrero está o no en la tubería. Así lo decidió ayer la juez a cargo de la investigación, Mónica Lucero (Tercer Juzgado Correccional) luego de una reunión con los principales protagonistas del caso: la fiscal Silvina Gerarduzzi, el médico forense Alejandro Yesurón, el jefe de Bomberos, comisario Rogelio Alcayaga, el presidente de OSSE, Adrián Cuevas, y uno de los ingenieros de esa entidad, José Luis Beltrán, dijeron fuentes judiciales.
La nueva búsqueda tendrá una novedad y exigencias concretas. La novedad sería una suerte de paraguas metálico (a construir) casi del diámetro de la cañería, con capacidad para filtrar los líquidos pero no otros restos mientras sea arrastrado de una boca de registro a otra (son 37) en la tubería. La idea de rastrillar la cañería en todo su diámetro surgió luego de las propuestas de Yesurón, quien sugirió la construcción del nuevo objeto metálico tras explicar cómo se actúa en medicina cuando hay obstrucciones en las arterias, dijeron las fuentes. El rastrillaje podría comenzar la semana próxima y se haría sin el corte de los líquidos, estimaron voceros del caso.
Las exigencias las puso la juez: que el rastrillaje "no deje dudas" sobre la existencia o no del resto del cuerpo, porque una vez se salió a decir que Rodrigo no estaba en la cañería después de ser revisada por bomberos y por videocámaras traídas de obras sanitarias de Mendoza y Córdoba, y el pasado 10 de mayo encontraron una bota con restos de media y un pie de la víctima, atasacada en la única parrilla de la cañería en la planta de tratamiento de líquidos en el Bajo Segura.
Otras condiciones a cumplir: que se estime el plazo que durará la búsqueda; que en los lugares en los que aparezcan complicaciones durante el rastrillaje (sobre todo donde hay codos o hierros), se llame a la juez, a la fiscal o al médico para resolver qué hacer. Que las tareas impliquen "cero riesgo humano y el menor perjuicio material", ya sea en la tubería u otras consecuencias, como evitar que el sistema colapse para que algunos vecinos, como los de la Villa Marini en Santa Lucía, sufran peligrosas inundaciones. También se requirió, en lo posible, evitar que los costos de la nueva búsqueda sean elevados, dijeron ayer las fuentes.
Rodrigo Muñoz estaba a punto de cumplir un mes de trabajo para la firma "Federico Hnos." cuando cayó a la cañería. Según su familia, quería renunciar porque no le daban elementos de seguridad y le ordenaban meterse a la tubería. Esa supuesta orden es la que tiene en jaque al capataz del joven muerto, porque testigos señalan que ese 19 de marzo lo mandó a Rodrigo a meterse a una cámara para hacer una conexión a un barrio nuevo. El resultado fue letal.

