Cuatro de las cinco ruedas del vehículo, los cristales, el arranque, el estéreo, el alternador, el radiador, parte del tablero. Según la Policía, todo eso conformó el botín de un primer saqueo perpetrado durante la madrugada de ayer en el Fiat Uno robado.
Horas después, cerca del mediodía, volvieron por más, pero entonces todo se complicó para los sospechosos porque cuando avanzaban sobre el motor, el capot, las puertas, los asientos y otras partes, aparecieron los policías de la Seccional 23ra al mando del comisario Oscar Congui y los sorprendieron con las manos en la masa en un descampado situado a un par de kilómetros al Sur del Hospital Mental de Zonda, en Rivadavia.
Entonces quedó planteada la sospecha de que ambos detenidos, identificados ayer como Juan José Olmos (21) y Fernando Ariel Valdez (24), podrían formar parte de una banda dedicada al robo, desmantelamiento y venta de autos por partes.
¿Por qué esa suposición? Porque en el lugar donde los sorprendieron encontraron numerosos restos de otros vehículos, distintos al Fiat Uno recuperado ayer. Y porque todo los hace suponer que esa eventual cadena de delitos tiene como último destino la venta o reducción de esas autopartes en un taller o alguna casa de repuestos o accesorios, estimaron los investigadores.
El Fiat Uno encontrado ayer había sido robado a una mujer de apellido Macitelli el 8 de septiembre pasado en el barrio Portal de Los Andes III, en Rivadavia, informaron fuentes policiales. Desde ese día, la brigada de calle de la Seccional 23ra (el oficial Manrique, el sargento Vivares y el agente Salinas) investigó y consiguió el dato de que el vehículo podía estar en la zona de La Bebida, Rivadavia, hasta que la información se constató y ayer sorprendieron a los sospechosos en pleno saqueo del vehículo.
Ahora, los mismos pesquisas están concentrados en determinar cuál fue el destino de las partes sustraídas ayer del Fiat Uno. Y esperaban constatar algunas pistas para conseguir órdenes de allanamiento del Tercer Juzgado de Instrucción dirigido por el juez Guillermo Adárvez, para cerrar el círculo.
