
Un grupo de ladrones parece que se ensañó contra el DT del Club Villa Obrera y su familia. Por segunda vez, en una semana, entraron a robar a su casa usando la misma metodología. En el primer ataque sustrajeron artefactos y 3.000 pesos. Ayer en la madrugada volvieron a meterse, todo esto mientras Eduardo Magallanes y su familia dormían, y se llevaron un TV del comedor y dos motos del patio de la vivienda del técnico ubicada en el barrio La Amistad, en Chimbas.
Los dos robos en el domicilio de Magallanes fueron tipo ‘escruche’. La tarde del 25 de mayo último, cuando el DT estaba en una actividad deportiva y su familia se encontraba en casa de unos parientes, delincuentes rompieron uno de los vidrios de la ventana del frente y la abrieron para después ingresar al comedor. Aquella vez se llevaron una notebook, una consola Play Station y 3.000 pesos, relató el reconocido técnico y exjugador de fútbol.
Lo que más preocupa es que mi familia estaba en la casa y dormía. Pudo pasar cualquier cosa.
Eduardo Magallanes – DT del Club Villa Obrera
Ahora bien, a 7 días de aquel hecho, volvió a repetirse la historia. Con el agravante de que ayer los ladrones ingresaron de madrugada en los momentos en que Magallanes, su mujer y sus cuatro hijos dormían. ‘Nos quedamos a ver tele hasta las 2 y nos fuimos a dormir. Se ve que el robo fue entre esa hora y las 3.30, cuando nos despertamos porque escuchamos que uno de los perros andaba por dentro de la casa y lloraba’, explicó. Fue ahí que descubrieron el robo.
Este último robo fue casi calcado al anterior. Como la familia todavía no había cambiado el vidrio roto de la ventana, uno de los ladrones rompió el parche de cartón que le habían puesto y metió la mano para abrirla por fuera. Así entraron al comedor y se llevaron el televisor 34 pulgadas de un mueble. También tomaron las llaves y abrieron la puerta lateral que da al patio y el portón, por donde posteriormente sacaron las dos motos de los Magallanes: una Yamaha FZ de Magallanes y otra Cerro. A todo eso agarraron a dos de los tres perros, los sacaron a la calle para que no ladraran y los tiraron al otro lado de un paredón.