Empezaron a aparecer las primeras víctimas de los robos durante el fin de semana largo. Uno de esos damnificados es el dueño de una conocida empresa de servicios fúnebres, que se tomó unas minivacaciones y entraron a saquear su casa en Desamparados. No se llevaron muchos bultos, más bien sustrajeron sólo las cosas de valor como 10.000 pesos en efectivo, además de un costoso anillo de diamantes, un reloj y otras alhajas de oro por más de 25.000 pesos.

El robo fue denunciado por Walter José Lanusse, quien el domingo cerca de la medianoche fue a ver si estaba todo bien en la casa de su padre, el empresario Enrique Lanusse, y se encontró con que habían entrado ladrones. La vivienda del dueño de la firma "Cochería Lanusse Hnos", esta situada en calle Los Huarpes al 166 Sur del barrio Chacabuco, en Desamparados, Capital.

Según comentó el joven, hace cinco meses que su papá junto a su pareja, Angela Mercado, se mudaron ahí. Como viven solos, aprovecharon el fin de semana largo para viajar a descansar y a pescar a San Luis.

Walter debía darse una vuelta por su casa para controlar todo y ver al perro. Y así lo hizo el domingo a eso de las 23:30, pero tuvo una desagradable novedad. Ladrones habían revuelto los dormitorios y dos de las puertas estaban dañadas. El perro Galgo -que estaba en el fondo- se mostraba muy asustado. Al parecer, fue golpeado por los desconocidos.

Se sospecha que el robo se produjo el domingo a la madrugada. En un costado del frente de la casa quedaron marcadas las huellas de las manos y los calzados de los ladrones, que se colgaron y treparon al techo. Para entrar, bajaron hacia un patio interior y rompieron el vidrio de la puerta del lavadero para abrirla por dentro. En el interior, forzaron una segunda puerta que permite el acceso a las habitaciones.

"Los ladrones revisaron todo, pero no se llevaron cosas grandes. Sé que falta dinero que tenía guardado mi papá, que era de una venta que hizo el viernes y que no pudo depositar. Ahora (por ayer) me dice también que ahí estaban su anillo de diamantes y otras joyas, que no las encuentro. Y pueden faltar más cosas", explicó Walter Lanusse.

El dinero del que hacía mención son unos 10.000 pesos que el empresario guardó en una lata de pan dulce en su placard. Y las joyas de las que hablaba son costosas. La más preciada es un anillo de oro con incrustaciones de diamantes que pertenece al empresario. Eso sólo podría estar costando más de 20.000 pesos, dijo el joven. Además, se llevaron un reloj de oro que hacía juego con ese anillo y otras cosas como pulseras. Walter Lanusse reconoció que el valor de las alhajas sustraídas, superarían los 25.000 pesos. De todas maneras, había que esperar que su padre regresara del viaje para confirmar si faltaba más dinero y otras joyas de su mujer.