Se estacionaron a unos 30 metros de su objetivo. Miraron para todos lados y cuando se convencieron de que no había nadie en la cuadra que entorpeciera sus planes, se lanzaron. Faltaban minutos para las 9 de la mañana cuando un estruendo (la patada que destruyó la puerta) sacudió al vecino que vive en el piso superior. Y en segundos, un delincuente logró colarse dentro de la casa y manotear lo que tenía a la vista: un parlante reproductor de música portátil y por poco también un televisor de 42 pulgadas que no pudieron robar, porque estaba bien sujeto a la pared y a causa del violento tirón quedó destruido.

Los ladrones escaparon en moto en medio de los interrogantes a gritos del vecino. Y aceleraron en una moto Guerrero 110cc. quizás sin saber que eran seguidos de cerca por un remisero que había llegado a buscar a una clienta en el mismo barrio, y había visto cada uno de sus movimientos sospechosos.

Según un vecino, ese chofer llamó al 911 y se mantuvo cerca de los ladrones hasta que les perdió el rastro en el Conector Sur.

Todo pasó la mañana del jueves en un departamento de la planta baja de calle Recabarren del barrio Hualilán Sur II, en Rawson.

Y todo indica que los delincuentes sabían qué lugar atacar, porque la casa que eligieron como blanco en ese momento no tenía ningún morador. La vivienda pertenece al exmilitar Héctor Argentino Trigo y está habitada por una hija y una pequeña nieta de ese hombre.

"La verdad que fue muy descarada la forma en que se metieron. Destruyeron la parte baja de la puerta de madera que no tenía rejas, ahora se las pusieron. Para mí que sabían los movimientos de esta familia", contó ayer un vecino.

Los delincuentes huyeron por lugares en los que hay cámaras de seguridad, y por eso ayer los investigadores policiales confiaban en poder atraparlos porque con esa misma modalidad habrían cometido otros robos.