Cuando Daniel Pantano (66 años, empleado en una casa de préstamos) se subió el jueves a las 22 a su Citroën 3 CV importado tras jugar al pool en una confitería de avenida Rawson y 9 de Julio, en Capital, para regresar a su casa. Pero el auto no arrancó. Pantano revisó el motor y ahí se topó con el primer signo de que la falla no era casual: alguien levantó el capot y le arrancó los cables de la bujía y la bobina. Como era tarde, el hombre dejó el vehículo a la intemperie en un taller cercano para que se lo arreglaran. Pero cuando regresó por la mañana, el auto no estaba. Lo habían robado. Luego, la policía halló el vehículo completamente quemado en Rawson. El dueño no descartó que el ataque haya sido una venganza por error ligada a su trabajo.

Alrededor de las 6 de ayer, unos vecinos dieron el alerta de que un auto ardía sin control sobre callejón Balmaceda, unos 100 metros al Sur de Cano, en Rawson. La policía llegó y no encontró a nadie.

Recién en la tarde de ayer, los pesquisas se enteraron de que ese vehículo reducido a chatarra pertenecía a Pantano.

El dueño especuló en principio que podrían haberse robado el auto "porque de ese modelo sólo hay 5 en San Juan y los repuestos ya no se consiguen". Pero por otro lado, Pantano comentó que hace unos días tuvo un altercado con un cliente al que su patrón no le quiso prestar plata y lo amenazó.

"No sé qué pensar, pero tal vez puede haber sido alguien que vino por encargo y se lo llevó. Hace unos días tuve un problema con una persona y puede haber sido eso. Pero algo es seguro, mi auto estaba marcado y ahora no tengo en qué moverme", comentó Daniel Pantano.