"No me queda ninguna duda. Son los mismos tipos que le robaron a mi hermano la otra vez. Esto fue una batida. Sabían de la plata, de mis movimientos… sabían todo". Indignado y resignado, así estaba José Sandández (55) tras el violento asalto que le tocó vivir ayer en la mañana en su carnicería ubicada desde hace 5 meses en la esquina Noreste de Pedro Cortínez y avenida España, en Concepción, Capital. Dos sujetos llegaron en moto y sorprendieron al comerciante en el interior. Lo golpearon y le sustrajeron el dinero de la caja y de la recaudación de la semana anterior: en total, $8.400 que tenían como destino el pago a proveedores, contó Sandández, quien agregó que también le llevaron documentación. Pero no es la primera vez que a la familia Sandández vive un hecho de inseguridad. El 18 de mayo último, dos sujetos le sustrajeron $11.000 a Domingo Sandández (también carnicero y hermano de José) y $3.500 al primo de ambos, Raúl Santos, cuando llegaban a la casa de Domingo situada en Pedro Cortínez 675 Oeste, Capital.
Sandández contó que llegó a las 9 a abrir su local, "Mercado El Cordobés", el cual comparte con Jorge Coria -el verdulero- y a quien siempre espera "por seguridad" para comenzar a atender. Pero ayer, Coria se demoró haciendo unas compras y no llegó a horario. Por eso el carnicero decidió abrir.
A los pocos minutos, llegaron dos sujetos en una moto 110cc. Uno traía casco y un arma en su mano. Su cómplice, una capucha y una cortaplumas, contó Sandández.
"Pensé que venían a comprar, así que me puse el delantal. Apenas me di vuelta, uno me pegó un cachazo en la cabeza y me tiró al piso. "La cajita, dónde está la cajita", me dijeron. Me hice el que no sabía nada y me pegaron una patada en las costillas", relató el carnicero.
Mientras uno lo encañonaba, el otro ladrón le revisó la billetera y sacó $400 de la registradora. Y de abajo del mostrador, tomó los $8.000, que estaban ocultos entre unas camperas. Luego, los ladrones escaparon.
"Debo $10.000 a los proveedores y no tengo con qué pagar. Qué va ser, uno tiene que seguir y dar gracias a Dios de que no me lastimaron", contó Sandández.

