Un comerciante del departamento Rivadavia terminó la noche del sábado en medio de una situación amarga: se ausentó unas tres horas de su casa y, al volver, descubrió que habían entrado delincuentes y le habían robado unos $80.000 que tenía guardados, un rifle de aire comprimido, un GPS y una filmadora, informaron ayer fuentes policiales. El damnificado, identificado en la Policía como Pablo Alonso, no quiso hacer declaraciones a este diario.
Voceros policiales ligados a la investigación dijeron ayer que todo pasó entre las 19 y las 22 del sábado. Y que el blanco elegido por los delincuentes fue la vivienda que el comerciante alquila en el barrio Orlando Marino, en Rivadavia.
Los investigadores policiales creen que los ladrones conocían los movimientos o estuvieron vigilando la casa del damnificado, para meterse después de verlo partir.
Y están abocados a la tarea de buscar testigos u obtener algún registro de grabación en video de algún vecino, para poder determinar quiénes pudieron atacar la vivienda con tanto descaro.
‘Por ahora nos parece raro que se metieran por el frente en un lugar rodeado de vecinos, y que nadie notara nada raro’, dijo un jefe policial.
Eso sí, la gente del lugar se quejó por los continuos ataques de malvivientes en sus casas, siempre que se ausentan. ‘No es al primero que le pasa y ya es hora de que mejoren la seguridad en esta zona, antes de que pase algo más grave’, dijo un vecino.

