Dos sujetos que en febrero de 2014 asaltaron al chofer de un micro y, luego de efectuar un disparo al piso, también le robaron a por lo menos una pasajera (entonces embarazada), confesaron haber cometido ese delito y también otro más grave: el intento de homicidio contra uno de los dos policías que los persiguieron y que, al final, los capturaron.
Ayer, el juez Juan Carlos Peluc Noguera (Sala II, Cámara Penal) aplicó el castigo más duro contra el sujeto que cometió los delitos más graves con un revólver calibre 22; Sebastián Alfredo Velázquez (27) fue condenado a 10 años y 6 meses de cárcel. Su cómplice en el asalto, Gastón Daniel Olivera (27) recibió 7 años y 6 meses de cárcel.
Ambos habían aceptado su responsabilidad en los ilícitos que les atribuían en un juicio abreviado. A cambio de una rebaja de pena, se mostraron dispuestos a recibir las condenas que les impusieron ayer y así lo acordaron a través de sus defensores Claudio Vera (por Velázquez) y Juan Zapata Marcone (por Olivera) con la fiscal Alicia Esquivel Puiggrós.
Todo pasó alrededor de las 15 del 22 de febrero del año pasado. Los ahora condenados habían abordado un micro de la línea 33 de la empresa Albardón en el barrio Cipolletti, Chimbas. Pero al ingresar a Capital, cuando transitaban por Salta, Velázquez salió de su asiento y se fue directo a encañonar al chofer, a quien le robó el teléfono y unos $400. Cuando lo consiguió, apuntó su arma al resto de los pasajeros y disparó al piso para amenazarlos, mientras Olivera le sustraía el teléfono a una joven embarazada.
Aquella siesta, bajaron en Salta y Corrientes. Pero instantes después fueron sorprendidos en Sargento Cabral al Este de Salta. Allí, Velázquez disparó dos veces contra dos policías, uno de los cuales dio en el costado derecho del pecho del agente Sergio Juan Tejada, que se salvó por el chaleco. Ese disparo, fue considerado tentativa de homicidio.

