Investigación. Ahora, la Subsecretaría de Control de Gestión investiga a todos los policías de la Seccional 26ta para saber por qué no actuaron.

Mientras siguen buscando los artefactos que robaron de la Escuela Estanislao Soler de Chimbas, ubicada al lado de la Seccional 26ta, el escándalo promete traer serios problemas para los policías de esa dependencia. Ya comenzaron por separar preventivamente al jefe y algunos uniformados, pero lo grueso vendrá con la investigación interna que inició la Subsecretaría de Control de Gestión. Lo que quieren determinar es quiénes fueron los responsables de haber desoído ese pedido que pudo evitar el robo en el colegio del Bº Los Tamarindos. En principio apuntan a una mujer policía, que fue la que recibió ese llamado telefónico en el que alertaban que temían que esa noche pudiese producirse un robo.

En el mejor de los casos puede haber días de suspensiones. La sanción más dura puede ser la cesantía o exoneración.

Hablan de negligencia policial o falta a los deberes como funcionario público. Es que además de que el lunes ya habían denunciado la rotura de las rejas que protegían los aire acondicionados del colegio, la directora del establecimiento, Silvia Noguera, llamó en la tarde a la comisaría para alertar a los policías que también habían destrozado las rejas de la claraboya de la dirección y pidió por favor que vigilaran la escuela porque temía que los ladrones volvieran. En la Policía afirman que si hubiesen dispuesto una mínima vigilancia o una recorrida quizás espantaban a los ladrones o los atrapaban in fraganti. La escuela está casi pegada a la dependencia. Por el contrario, los uniformados no hicieron nada y finalmente el robo se concretó el martes a la madrugada: destrozaron la dirección y sustrajeron artefactos electrónicos y herramientas.

Eso valió que licenciaran al jefe de la seccional, comisario Fabio Fernández. Dicen también que removieron a otros uniformados, aunque oficialmente no quieren decir nada. A través de la investigación de Control de Gestión buscan saber por qué no actuaron. Apuntan a una mujer policía. La directora del colegio afirmó que quien la atendió vía telefónica fue una policía, cree que es una agente. Al parecer, también había una oficial. De hecho, al conocerse el robo, una oficial se excusó diciendo: "Yo estuve de guardia toda la noche. Sólo sentí el ruido y creí que era el viento", según la directora.