La familia de la beba Britani Ortiz (1 año) que el último sábado fue salvada por dos policías de morir ahogada en un tacho de agua, pasó de la alegría de poder recuperarla a la indignación de tener que soportar un robo en su casa del barrio Valle Grande, Rawson. Les robaron hasta el glucómetro para medir el azúcar en sangre de la nena, que es diabética, informó la familia damnificada.