’Una cosa es que me roben, pero que vengan luego a tratar de venderme mis propias cosas y encima rotas, es de no creer. Con lo que me cuesta juntar un mango; trabajo de lunes a lunes para juntar la plata para el alquiler y para darle de comer a mi familia y encima me tengo que bancar algo así, no’. La frase la dijo ayer el peluquero Guillermo Rubén Salinas (39) quien vivió un insólito episodio luego de que su peluquería de Rawson fuera atacada por delincuentes por novena vez en 11 años. Según el damnificado, el jueves se topó con que ladrones habían roto una ventana del frente de su negocio y que del interior habían robado varios aparatos valuados en unos 10.000 pesos. Lo increíble del caso es que unas horas después un sujeto llegó en bicicleta a ofrecerle parte de lo robado a cambio de $800, pero cuando Salinas vio sus artefactos dañados, forcejeó con el ladrón, recuperó sus cosas y lo puso en fuga.
El blanco del ataque fue la peluquería ‘Rubén’, ubicada en calle Vidart, al Norte de Dr. Ortega, en Villa Don Pablo, Rawson. Salinas tiene 5 hijos, dos de los cuales trabajan con él, sus hijas 16 y 14 años, igual que una sobrina. ‘Es un negocio familiar y están aprendiendo un oficio’, dijo el hombre.
El jueves, Guillermo llegó a su negocio y se llevó una desagradable sorpresa cuando vio que habían arrancado las rejas de una ventana. Y que adentro revisaron todo para llevarle lo de mayor valor: unos $980 para el alquiler, 2 costosas tijeras, 4 máquinas eléctricas de cortar cabello, 4 secadores, un gorro térmico y un bolso, dijo.
El hombre soldó la reja, acomodó todo y salió a comprar un par de máquinas para seguir trabajando. Pero a las 18 de ese día pasó algo insólito: ’entró un tipo y me dijo que tenía mis cosas. Me pidió $800 a cambio de recuperarlas, entonces le dije que las traiga y se fue. Al rato apareció con mi bolso, el gorro, 2 secadores y 2 máquinas de cortar el pelo, rotas. Me calenté mal’, comentó el estilista.
El peluquero lo increpó y en un forcejeo recuperó sus cosas. El delincuente huyó a pie sin su bicicleta. ‘Después vino una chica a decir que se la habían robado, mentiras, era uno de ellos pero se la di. Ahora tengo miedo de las represalias y ganas de irme a otro lugar’, dijo Salinas.

